"TEATRO | Estreno"
Rafael Esteban | Madrid
El cine ha contribuido mucho para difundir la literatura. En muchos casos ha sido la mejor fuente de conocimiento y publicidad que ha tenido una novela. Pero también en otros ha tenido una influencia dañina porque con las adaptaciones, cambios y mutilaciones lo que ha hecho ha sido transmitir una imagen falsa de lo escrito.
Uno de esos casos es el de ‘Frankenstein’. La primera imagen que llega a la cabeza de millones de personas cuando oyen ese nombre es la de un monstruo al que un loco doctor creó en una noche maldita. No es cierto. En realidad, Frankenstein es el nombre del médico, nada loco, que creó un ser con diferentes restos humanos con un fin distinto al que se suele contar en los cines. Y así lo cuenta ahora Gustavo Tambascio en una obra que estrenará mañana en los Teatros del Canal de Madrid.
El montaje sigue los pasos del original de Mary Shelley. Dice la leyenda que durante una velada a orillas del lago Leman, Lord Byron propuso a sus acompañantes, entre los que además de la escritora estaba su marido P. B. Shelley y el doctor Pollidori, que escribieran una obra de terror. La joven autora (19 años) tomó el guante y lo devolvió con un texto que hablaba del amor, la muerte, la resurrección y el progreso, entre otros conceptos.
ROSANA TORRES
Gustavo Tambascio estrena una obra raramente representada en teatro
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