López del Oso viaja entre el terror y la ciencia ficción en Yeti - ESD

De la novela dicen muchas cosas: que su primera intención debe ser el entretenimiento, una historia adictiva que atrape al lector y sirva de evasión. Esta historia lo cumple ambas premisas.

De la novela dicen muchas cosas: que su primera intención debe ser el entretenimiento: una historia adictiva que atrape al lector y le sirva de evasión. Muchas horas de placer absorbente a un precio asequible. Dicen también que la novela que no descubre una parte hasta entonces desconocida de la existencia, es inmoral.

Pues bien, Yeti cumple ambas premisas: nos llevará por una tierra extraña, en la que vive alguien de quien hasta ahora sólo conocíamos alguna huella borrosa, mientras plantamos cara a una impresentable petrolera, buscamos el remedio para el virus más letal que haya visto la humanidad, y aclaramos el destino de todo un pueblo indígena que ha de vérselas con un extraño concepto llamado progreso.

Pegaremos algunos tiros, nos encontraremos con seres extraordinarios, y asistiremos en primera fila a cómo se cuecen y resuelven los conflictos en la primera división del poder internacional.

Yeti, la última novela de Fernando J. López del Oso (www.lopezdeloso.com), de la editorial Minotauro, trasgrede continuamente las fronteras del género de aventuras para internarse en el thriller, la ciencia ficción y en el terror.

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