George Lucas vuelve con la versión ¿definitiva? de su obra máxima; digitalización, retoques, cambios artísticos y la gallina de los huevos de oro
George Lucas lo hizo otra vez, y ya no cabe preguntarse los motivos, porque parecen estar más que claros. La saga completa de Star Wars acaba de ser editada en Blu-ray, en un set de 9 discos que incluyen las seis películas (con comentarios adicionales e inéditos de cada una de ellas) más dos discos completos -40 horas- con escenas eliminadas, entrevistas con los actores y el equipo y todo lo relacionado a la construcción de esa galaxia muy muy lejana. El último contiene un documental sobre cómo nacieron cada una de las trilogías, cómo se hicieron los efectos especiales y más cuestiones relacionadas con el diseño y la mitología que hicieron deStar Wars un verdadero fenómeno pop para varias generaciones. O sea: más de lo que podrás mirar en tu escaso tiempo libre.
Ahora bien, ¿era necesario? Acá se plantean algunas discusiones, similares a las que se escucharon cuando se publicó el catálogo completo remasterizado de The Beatles, o con la propia reedición en DVD que Lucas hizo en 2004. La primera pregunta que surge es si para apreciar una obra en su totalidad es estrictamente necesaria una imagen y sonido perfectos, limpios y sin distorsiones. Es probable que aquellos que vieron las tres primeras películas desde 1977 a 1983 conozcan el gustito original de lo analógico y lo artesanal, y quieran conservar (salvo Lucas, claro) el recuerdo idealizado del momento en que lo vivieron. La nostalgia tiene un efecto de deformación, que hace que el recuerdo y el hecho en sí mismo no sean la misma cosa.
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